CRÓNICAS VASCAS: COLOMBIA FRENTE A LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA


 Dado que lo importante de esta serie de investigaciones titulado –crónicas vascas- es resaltar las acciones sociales vascas en Colombia durante la segunda mitad del siglo XX, es importante retomar de manera breve los eventos sociales y políticos que antecedieron hacia la mitad del siglo XX como una manera de entender y comprender la actitud de Colombia frente a los inmigrantes vascos y cómo algunos sectores colombianos reaccionaron frente a los hechos vascos en el que la guerra civil española fue tomada como punto referente, y luego, en este escenario, se desarrollaría la dinámica de los colombianos con los vascos que decidieron radicarse en Colombia.

            “Triunfe quien triunfe, es la democracia española la vencida”[1], fue la conclusión a la que llegaron  algunos intelectuales colombianos en vísperas de la guerra civil española.

      Hacia la década de 1930 había grandes divisiones políticas en Colombia, de ésta misma manera, había quienes estaban a favor de un bando o de otro del escenario de la guerra civil española, sin embargo, oficialmente, el gobierno colombiano nunca tuvo un pronunciamiento formal frente a una posición política durante dicha guerra civil. Se debe tener en cuenta lo siguiente, que en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Colombia asumió un papel de aliado de los Estados Unidos sin declararles nunca la guerra a los países entonces llamados del eje como sucedió con países latinoamericanos como Brasil.

      Poco antes de la guerra civil española sucedieron varios hechos que previeron cambios en las relaciones políticas colombo-españolas, dentro de los hechos más destacados está el hostigamiento que los izquierdistas le hicieron al consulado colombiano en Madrid[2] que más adelante sucedería algo terrible, durante el furor de la guerra llegarían a fusilar a varios colombianos en ese consulado, y en el cual también repercutiría en hostigamientos contra otras sedes de Colombia como sucedió en Bilbao.

      El levantamiento de los nacionalistas produjo una reacción casi inmediata contra el gobierno la cual fue criticada por la cámara de representantes de Colombia[3] mostrando de esta manera su simpatía por el gobierno del presidente Manuel Azaña, no sólo de parte del congreso sino también de parte del gobierno colombiano.

      Empezada la guerra civil española, los liberales se sintieron como una especie de
afectados indirectos – por las acciones que los nacionalistas ejecutaron contra los republicanos, dado que se decía por ejemplo que: “Los periodistas oficiales no se explican la repercusión nerviosa del movimiento restaurador español sobre la piel de nuestro partido”[4], al hacer alusión a nuestro partido, es en relación al partido liberal que también se identifica con el color rojo. En general, el sector liberal criticó el proceder de los republicanos como tratando de justificar la guerra civil en la que estaba  sometida España, en otra declaración al respecto a las críticas, se llegó a la conclusión de que “Colombia recibe de España la más tremenda lección espiritual y política”[5]. A pesar de que algunos sectores políticos colombianos reflexionaron sobre la situación social y política que se vivió en España para ese momento, las políticas gubernamentales, o mejor dicho, los gobiernos colombianos demostraron ser incapaces de resolver los conflictos internos, pues fue previsible también para los colombianos que la situación política se iba profundizando cada vez más.

      “España es hoy el más fornido ejemplo para todos los pueblos que aspiran a extraviar su destino en la historia de las doctrinas rojas. Si la movilización restauradora de las derechas peninsulares fatiga el sistema nervioso del liberalismo colombiano, para nosotros debe ser el más fuerte tónico de reintegración anímica”[6]. En otras palabras, se veía, desde la perspectiva de Colombia (especialmente los del partido conservador), que el comunismo fue reinante en España, por ello las críticas al gobierno liberal colombiano para ese momento, porque muchos conservadores suponían que las políticas gubernamentales no eran del liberalismo sino del comunismo, se debe tener claro que el liberalismo nunca fue comunista. Sin embargo, fue el sector liberal el que veía con cierto apoyo moral al gobierno republicano y reflexionó de lo que estaba sucediendo al respecto en España, y por ello también es que gracias a esos sectores liberales es que en Colombia se recibieron inmigrantes españoles que huyeron de la guerra civil, entre ellos también a los vascos.

      Los sectores conservadores más ortodoxos percibían a los españoles republicanos (en términos generales)  como algo peligroso dado que lo relacionaban en Colombia estrechamente  con el comunismo y la Unión Soviética[7], esto es, que países como Colombia deberían estar –atentos- a la amenaza comunista que estaba empezando a florecer –peligrosamente- en algunas zonas del país, todo ello, entre otras razones porque los ciudadanos colombianos muertos en Barcelona (según las noticias llegadas) habían sido asesinados por los republicanos, y  hubo resentimiento en la prensa nacional de dichos asesinatos, esto se vivió especialmente en Antioquia, ya que cinco de las víctimas eran precisamente antioqueños, y sobre todo también, porque varios de ellos eran clérigos. Sin embargo, los sectores del liberalismo (para hablar en términos de los partidos políticos que imperaban en Colombia en gran parte del siglo XX), apoyaron abiertamente al gobierno republicano español y su presidente Manuel Azaña, a tal grado que se le rindieron homenajes en algunas reuniones del liberalismo[8].
     
      Sin embargo, la presión política contra el gobierno colombiano fue tan grande que éste se vio presionado (a pesar de su simpatía con el gobierno de Azaña) a romper[9] relaciones diplomáticas con España.

      Mientras por un lado, los sectores liberales simpatizaban con Azaña, por otro lado, los sectores conservadores simpatizaban con los nacionalistas, es así como éstos llegaron a reconocer de manera informal al gobierno formado por los nacionalistas[10]. En otras palabras, y para concluir, el conflicto español se vivió y se siguió con cierto grado de intensidad en Colombia.





[1] El colombiano, Carmen busca un “hombre”, en: El Colombiano, 29 de julio de 1936, Medellín, Pág. 04
[2] El colombiano, Renunció el cónsul de España en Cali, en: El Colombiano, 30 de julio de 1936, Medellín, Pág. 03
[3] El colombiano, La cámara protesta contra los derechistas españoles, en: El Colombiano, 23 de julio de 1936, Medellín, Pág. 03
[4] El Colombiano, España, una lección bizarra, en: El Colombiano, 05 de agosto de 1936, Medellín, Pág. 05
[5] Ibidem
[6] Ibidem
[7] ___, Ecos de la “España negra”, en: El Colombiano, 14 de agosto de 1936, Medellín, Pág. 03
[8] ___, El congreso liberal debe felicitar otra vez al señor Azaña, 14 de agosto de 1936, Medellín, Pág. 08
[9] ___, Quedaron rotas con el gobierno español las relaciones colombianas, en: El Colombiano, 17 de agosto de 1936, Medellín, Pág. 01
[10] ___, Las derechas colombianas piden el reconocimiento del gobierno de Burgos, en: El Colombiano, 15 de septiembre de 1936, Medellín, Pág. 01

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