Por un lado,
están los analistas pesimistas que consideran que los chinos, o mejor dicho, el
gobierno chino se está apoderando de África y Europa por medio de su mega
proyecto llamada algo así como la nueva ruta de la seda, esto, considerando que
Asia, o buena parte de ella ya está bajo el dominio económico chino, también se
puede sentir las grandes inversiones chinas en la región de América Latina. Entonces,
¿tienen razón los que aseguran que los chinos podrán derrotar finalmente la
economía norteamericana?
Por otro
lado, están los analistas optimistas que aseguran que por más inversión que el
gobierno Chino introduzca en todos los continentes, éste no pasará de un fenómeno
exclusivamente económico ya que su influencia en el ámbito político mundial
seguirá siendo limitado, esto, porque la economía china seguirá dependiendo en
gran medida del sector financiero norteamericano.
Significa
que tanto la economía china como la occidental se necesitan de manera mutua, por
lo tanto, cualquier intromisión sea de carácter político o militar seguirá
siendo limitado para los chinos.
La
realidad es que la influencia china, a diferencia de la norteamericana, es
lenta, y su crecimiento económico, así como su crecimiento militar va en un
aumento lento pero constante, esto habría que vigilarlo con lupa.
La otra
realidad es que el socialismo con todo y sus dictaduras generan mayor
estabilidad social que las democracias. ¿Cambiará la percepción de las
sociedades democráticas hacia un favorecimiento con el socialismo?
Será muy difícil, a pesar de las
complejidades y vicisitudes que representa una democracia representativa, ya que
el asunto de la libertad es considerada más sagrada que la propia democracia.
Ahora
bien, ¿qué pasa con las dictaduras de derecha que están apareciendo en todas
partes? Aunque podría representar un peligro terrible tanto como el comunismo, las
sociedades con tradición democrática difícilmente permitirían estos hechos en
un mediano plazo.
Finalmente, ¿cuál ganará? En cuanto al ámbito político podría considerarse
un empate, pero, en el campo económico, tarde que temprano serán los chinos los
ganadores, esto se está demostrando en el panorama mundial.