NO MÁS VIOLENCIA PUBLICITARIA FEMINISTA


       Alguna vez un amigo afirmaba que las nociones universales son falsas, y ponía como ejemplo cuando se mencionan enunciados como: “los policías son corruptos”, “los profesores de matemáticas no saben explicar”, y cosas por el estilo. La razón por las que son nociones falsas, es simplemente porque no todos los policías son corruptos y no todos los profesores de matemáticas son antipedagógicos.

       ¿Cómo es posible entonces que algunas instituciones o funcionarios, o personajes o entidades estatales o privadas se atrevan a señalar el problema de la violencia (en términos generales) como un fenómeno de los hombres? Esto puede tener diferentes explicaciones o interpretaciones (de carácter sociológico si se quiere) de la insistencia en incluir el artículo determinista los para señalar a los hombres como los culpables de los conflictos de baja o alta densidad que se presenta en una sociedad.

       Siempre he considerado que un acontecimiento de cualquier índole, sea político, social, económico o cultural es producto de varios elementos pasados y presentes que generan en una o diversos resultados, sean éstos positivos o negativos para un individuo o población.

       Y es que mi preocupación se centra en la cantidad de publicidad feminista que existe en varias ciudades latinoamericanas, especialmente por emanar éstos desde algunas entidades gubernamentales, y cómo ésta publicidad se muestra agresiva en función de acusar al género masculino de toda violencia que ha sufrido y sufren las mujeres como un estado social absoluto y total en términos generales. Y para ello quiero enfocarme en el caso de la Ciudad de México para ilustrar esta cuestión.

       Desde hace algunos años, he podido observar publicidad visual y audible sobre la prevención de la violencia de género, que realmente así es como le denominan la violencia contra las mujeres. Al principio parecía tener un cierto aire de pedagogía con uno que otro mensaje que llevaba a la reflexión sobre esta realidad social.

       Ahora bien, en la medida que se fueron presentando situaciones de violencia contra algunas mujeres, el mensaje institucional se ha concentrado en proyectar una culpabilidad hacia los hombres. Mensajes como “cuidado con los hombres”, “que los hombres son”, “que los hombres aquello”, esto, acompañado de ilustraciones y fotos de los hombres contra las mujeres.

       ¿Cómo pretenden universalizar una culpabilidad de un fenómeno social homogeneizando a un sector de la población? A esto es lo que le llamo violencia publicitaria feminista. Porque más allá del artículo absolutista y determinista los. Las personas que toman la decisión y llevan a cabo este tipo de publicidad, no son, definitivamente, generadores de convivencia social.