INTRODUCCIÓN
¿Qué es la victimidad? ¿Qué es ser víctima? ¿Qué es una víctima? ¿Quién
o quiénes son víctimas? ¿Soy yo la víctima? ¿Eres tú la víctima? ¿Somos nosotros las
víctimas? ¿Son ustedes las víctimas? Entonces, ¿quién es el
culpable? ¿Qué es la culpabilidad? ¿Los culpables existen o son una invención? ¿Quién
señala a quién de ser culpable o ser
víctima?
Desde que las clases dominantes descubrieron la fórmula para
auto-victimizarse, esto es, que se pasó a una culpabilidad abstracta, señalando,
al igual que las otras auto-víctimas, al sistema. Entonces el sistema,
que es decir, todo y nada, pasó a ser el culpable de todos los que desean se
víctimas.
Asunto por el que, históricamente, los oprimidos han tenido claro de
quién se trata, he aquí un ejemplo del siglo XVIII en Francia, “(…) culpable al
burgués: culpable de hacerlos trabajar demasiado y de alimentar mal a sus
aprendices; culpable de vivir en el lujo mientras sus obreros hacían todo el
trabajo; culpable de alejarse del taller y llenarlo de alloués (asignados) en
vez de trabajar y comer con sus obreros (…)”[1]
En el sonado caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM),
¿Quiénes son los culpables y quiénes las víctimas? A estas dos nociones se le
ha dado un manejo político, pues las clases dominantes, al igual que las clases
oprimidas, justifican razones de intereses políticas y personales, y
paradójicamente, tanto los unos como los otros tienen pruebas irrefutables
que apoyan sus veraces argumentos.
Entonces cabe la reflexión ¿cómo medir el grado de culpabilidad y el
grado de victimización de los unos y los otros? Fuera posible concertar entra
las dos partes mediante un acuerdo político, pero, es imposible. Dado que el factor
económico es otra de las razones (y la principal razón) por los que se
enfrentan todos los dominantes (colonizadores) y los colonizados, víctimas
históricas la expansión de los monopolios[2].
Si bien los grupos dominantes tienen razón al asegurar que la suspensión
de las obras representa pérdidas por millones de dólares, también es cierto que
las pérdidas por cuenta del NAIM, representa pérdidas económicas aún más para
los dominados, y esto, siendo que para el grupo de los colonizadores, esos
millones de dólares corresponden a un pequeño porcentajes en proporción con los
grandes activos y patrimonios de sus emporios, mientras que los oprimidos
(colonizados) una pérdida, en muchos casos, de todo su patrimonio.
Es decir, se estaría hablando, en términos proporcionales, de pérdidas
de un 80% a 90% de sus ingresos o patrimonio. En este orden de ideas, la
suspensión del NAIM y la posterior rehabilitación de la vasta zona de
construcción corresponde, en última instancia, a las garantías de supervivencia
de los pueblos originarios y las comunidades adyacentes de la mega obra.
En ese caso ¿qué sucederá con el desarrollo del país? ¿Cómo mantener el
ritmo económico de México? Las posibles negativas y nefastas consecuencias
económicas a largo plazo es uno de los argumentos de las clases dominantes
(víctimas también) dada la magnitud comercial del NAIM.
Sería importante entonces, generar y propiciar un diálogo con todos los
sectores sociales y económicos del país para explorar salidas alternativas al
respecto.
La construcción del nuevo aeropuerto internacional de México, más que un
ecocidio, fue un ecogenocidio por la destrucción ocasionada a la naturaleza en
todas sus vertientes de fauna, flora, territorio, espacio, y especialmente, por
la violación sistemática de los derechos de los pueblos originarios que rodean
la construcción de una obra de gigantísimas proporciones como lo es el
aeropuerto.
Y es que durante el largo período de
construcción del aeropuerto, son escalofriantes las cifras respecto a
los daños ocasionados, así que el asunto no se debe tratar de un ecocidio, sino
más bien, de un ecogenocidio por la magnitud que representa la obra misma, y es
de esa manera que debe ser denunciado a la sociedad mexicana.
Y esto porque, a pesar del anuncio hecho por el presidente Andrés Manuel
López Obrador de detener las obras de construcción ya que es necesario “sacar a
la mafia del poder, acabar con la corrupción; no al nuevo aeropuerto; por el
bien de México, primero los pobres”[3].
Es el propósito de este
ensayo aplicar las diversas lecturas de la materia neoimperialismo con
el profesor Dr. Carlos Fazio, con el fin
de ampliar la comprensión de las realidades políticas y económicas
neoliberales, para continuar informando y denunciando las violaciones a los
derechos humanos por parte de los grupo y corporaciones empresariales sin
advertir los daños a las comunidades y todo lo que ello representa.
NUEVO AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MÉXICO
CRÓNICA DE UN ECOGENOCIDIO IMPERIALISTA Y
NEOLIBERAL CONTRA EL MEDIOAMBIENTE Y LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
De las verdades falseables, como mencionaría Karl Popper[4], es el argumento por el que está lleno
el discurso oficial en relación a al Nuevo Aeropuerto Internacional de México
(NAIM). Esto porque, si bien el discurso gubernamental tiene lógicas sobre la
construcción, en el sentido de mejorar el tráfico aéreo y las inversiones
extranjeras y los empleos que ello puede generar, no ha sido así lo que
significa el otro lado de la moneda.
Ese otro lado de la moneda lo ha tenido que señalar incansablemente las
comunidades afectadas (en términos negativos) del terrible rastro que ha dejado
el magno proyecto de construcción, y ha
sido incansable ya que los principales medios de comunicación han silenciado
esas otras voces.
Los discursos gubernamentales, relacionados con el NAIM, están
íntimamente ligados a los pronunciamientos sobre un mundo más seguro, pacífico y justo[5], ya que una obra de tales proporciones supone progreso para la
nación mexicana, y aunque las cifras muestran los desastres naturales y los
efectos dañinos contra la población circundante, el gobierno intenta, o ha
intentado innumerables veces disminuir la intensidad y el impacto de esa otra
realidad.
Es aquí, aplicando la
realidad del NAIM, que los autores James Petras y Henry Veltmey[6] señalaron que la globalización y sus múltiples formas en sus relaciones
económicas y diplomáticas entre las naciones potencias y los países
subdesarrollados es simplemente una farsa, pues, la lógica en las relaciones de
poder del imperialismo coincide en hacer creer tanto a los gobiernos como a la
opinión pública que se respetan reglas y normas recíprocas en un intento de
entendimiento entre los gobiernos norte - sur, cuando en realidad, el
despotismo, la falacia y la opresión económica continúa, y es importante ello,
ya que las explicaciones actuales e históricas son contundentes como
demostración de lo que afirman.
EL OTRO LADO DEL CRISTAL DEL NAIM
Las comunidades afectadas
(en términos negativos) por el megaproyecto, ayudadas por organizaciones no
gubernamentales y colectivos activistas, lograron concienciar sobre las
falencias terribles que conlleva la construcción, qué básicamente muestra lo
siguiente:
Afectación a las
comunidades adyacentes, en este sentido, la Ciudad de México está catalogada
internacionalmente como una de las ciudades con mayor riesgo de quedarse sin agua
potable. Desde hace ya 50 años se ha reconocido que la recuperación de áreas
hidrológicas prioritarias como el Lago de Texcoco es fundamental para lograr el
restablecimiento del equilibrio hídrico de la cuenca. Así, la construcción de
un aeropuerto sobre el ex-lago de Texcoco es incompatible con una visión que
busque atender los problemas de fondo en términos de manejo y aprovechamiento
del agua en la cuenca.[7]
Hay que tener en cuenta el agua potable en el perímetro del NAIM estaría
en manos de la empresa privada, el cual cobraría por los servicios prestados,
siendo lo más seguro a un alto costo, imposibilitando de esta manera el libre y
autónomo acceso a las comunidades que habitan los territorios que comprende el
magno proyecto.
Por otro lado, está el factor medioambiental, al respecto, el avance de
la construcción del NAIM ha tenido como consecuencia ha sido la perturbación de
las aves, el aumento de la contaminación del CO2, y lo más
catastrófico, la destrucción sistemática por causa de la minería y la extracción
de materiales de construcción.
En este sentido, se tiene reporte de al menos 180 minas a cielo
abierto para la obtención de los materiales pétreos para la construcción del
aeropuerto. Esto ha llevado a la destrucción de cerros en los municipios de
Texcoco, Acolman, Tezoyuca, Teotihuacán, San Martín de las Pirámides,
Temascalapa, Otumba, Axapusco, entre otros. Desde un punto de vista ambiental,
los cerros de esta región son indispensables para la infiltración de agua, la
retención del suelo, el secuestro y almacenamiento de carbono y la regulación
de la temperatura, las inundaciones y la calidad del aire. Es decir, el
aeropuerto y la destrucción de los cerros crearán un impacto regional sinérgico
en medio de una ciudad que día con día sufre las consecuencias de no valorar
los servicios ecosistémicos de los espacios naturales[8].
Es en este tipo de contextos en el que la globalización, como ideología,
se presenta como un engaño, no sólo en su forma económica, sino en sus políticas
de estado, es cuando las naciones se
prestan (o más bien sus gobiernos) para la expansión económica, en otras
palabras, como diría el autor Borón[9], son
políticas imperialistas de expansión colonial las cuales son promovidas e
implementadas por los respectivos gobiernos nacionales, en este caso, el
gobierno mexicano.
Para el autor Saxo, si “(…) suspendemos de manera husserliana las
nociones en boga sobre la globalización y la regionalización, es decir, si nos
dejamos tomar por la realidad, inmediatamente enfrentamos una enorme masa de
evidencias que indican que las interacciones entre la corporación multinacional
y el Estado desde el cual opera son parte sustancial de su estructura y
dinámica, en tanto se trata de la primera institución en la historia dedicada
al logro de ganancias por medio de una amplia red de sistemas administrativos y
financieros que se encaminan a la planeación centralizada, en escala global, de
recursos humanos y materiales, incluyendo, obviamente, aquellos de importancia
estratégica y geopolítica.” [10]
CONCLUSIÓN
¿Respetará el presidente Andrés Manuel López las exigencias de las
comunidades adyacentes del Nuevo Aeropuerto Internacional de México? ¿Lograrán
los grupos de presión terminar el mega – proyecto del Nuevo Aeropuerto
Internacional de México? Desde una perspectiva de los Derechos Humanos se puede
inferir los siguientes puntos:
El analista Benjamín Forcano[11]afirmó, recién la primera elección de
Barak Obama, que el imperio estaba por encima y por debajo del presidente,
significando con ello que difícilmente podría controlar las grandes
corporaciones y compañías multinacionales, y las limitaciones del ejecutivo
frente a la globalización neoliberal.
Finalmente se puede inferir, que dada la capacidad expansionista político
y económica del imperialismo neoliberal, y de las determinaciones de los
líderes empresariales y políticos tradicionales, el mega proyecto del Nuevo
Aeropuerto Internacional de México no es un asunto definitivo y olvidado, sino
que seguirá vigente hasta que un día sea una realidad, al menos que las
comunidades logren mantener su resistencia para impedirlo.
FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICAS
Boron, Atilio A., Imperio &
imperialismo (una lectura crítica de michael hardt y antonio negri), Clacso,
Buenos Aires, 2004
Citado en: Lenin, V.I., El
imperio y los imperialistas.
Citado por el periódico social
Fragua LEP, “Editorial”, en: Fragua lep, octubre de 2018, México
Consultado en:
https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa3/n9/r1.html
Citado en:
https://labrujula.nexos.com.mx/?p=2035
Darnton, Robert, La gran
matanza de gatos y otros episodios en la
historia de la cultura francesa, Fondo de Cultura Económica, México, 1987
Petras, James y Veltmey, Henry, Las
dos caras del imperialismo. Vasallos y guerrero (Entender el desarrollo
mundial: globalización o imperialismo), ed. Lumen, México, 2004
Saxe-Fernández, John, Globalización:
crítica a un paradigma, UNAM, México, 1999
Forcano, Benjamín, Estados
Unidos: Por debajo y por encima de Obama está el imperio, consultado en:
https://www.servindi.org/actualidad/6942
[1]Darnton,
Robert, La gran matanza de gatos y
otros episodios en la historia de la cultura francesa, Fondo de Cultura
Económica, México, 1987, pág. 102.
[2]Citado
en: Lenin, V.I., El imperio y los imperialistas, pág. 06.
[3]Citado
por el periódico social Fragua LEP, “Editorial”, en: Fragua lep, octubre
de 2018, México, pág. 01
[4]Consultado
en: https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa3/n9/r1.html
[5]Boron,
Atilio A., Imperio & imperialismo (una lectura crítica de michael hardt
y antonio negri), Clacso, Buenos Aires, 2004, pág. 08
[6]Petras,
James y Veltmey, Henry, Las dos caras del imperialismo. vasallos y guerrero
(Entender el desarrollo mundial: globalización o imperialismo), ed. Lumen,
México, 2004.
[7]Citado
en: https://labrujula.nexos.com.mx/?p=2035
[8]Citado
en: https://labrujula.nexos.com.mx/?p=2035
[9]Boron,
Atilio A., Imperio & imperialismo (una lectura crítica de michael hardt
y antonio negri), Clacso, Buenos Aires, 2004, pág. 66
[10]Saxe-Fernández,
John, Globalización: crítica a un paradigma, UNAM, México, 1999, pág.
102
[11]Forcano,
Benjamín, Estados Unidos: Por debajo y por encima de Obama está el imperio,
consultado en: https://www.servindi.org/actualidad/6942