LA FARSA DE LA SELECCIÓN NATURAL


  Nunca en mi vida he oído hablar sobre el concepto mismo de selección natural, ¿a qué se refieren? ¿Qué definición existe cuando se habla de natural o naturaleza? ¿Acaso la naturaleza es un gran monstruo o ser pensante abstracto que piensa y actúa sobre lo que la compone? ¿Conoce la naturaleza los tiempos, los límites, los espacios y toda la complejidad que se requiere para que la tal selección de la que tanto se justifican los que hablan de ella logre una explicación suficiente sobre cualquier anomalía o transformación de la naturaleza?
   
    Existe una respuesta obvia a todo lo anterior, y es que no existe la selección natural, es una farsa, es simplemente el desvío y des virtualización de las ciencias exactas, ya que por ser exactas no logran acomodar muchísimos de los detalles que la naturaleza exige y que es necesario explicar. Entonces, es cuando aparecen conceptos no relacionados con las ciencias exactas, de esta manera se busca un acercamiento o una conexión entre lo que es exacto y lo que no lo es, es decir, es como si un ladrillo no logra acomodarse a la esquina de una obra y para ello sea necesario rellenarlo con mezcla de cemento y agua, o cuando para ultimar un detalle de alguna obra artística se necesite acudir a otros métodos con el fin de darle ese retoque que se necesita.

       Y claro, como lo exacto equivale al noventa y cinco por ciento (95%) de la totalidad de la observación y estudio de la naturaleza y sus fenómenos, se abusa de ello para forzar una explicación de ese otro cinco por ciento (5%) que hace falta para darle ese retoque o relleno que se necesita con el fin de completar cualquier estudio científico, observación académica, teórica o cualquiera de las formas argumentativas que desarrollan las personas que insisten en que la naturaleza es un especie de entidad pensante que toma decisiones como para que se hable de selección natural.

       ¿Y cómo es posible que el mundo académico, en la mayoría de los casos, aprueben semejante farsa mental e imaginaria? Muy seguramente, de la misma manera que cuando se le hace el retoque al cuadro o se rellena una obra en construcción se ve casi perfecto, tanto, que ni siquiera se nota. De esa misma manera, la explicación global al estudio de la naturaleza y sus fenómenos es casi perfecta y no se nota ese retoque o relleno, entonces se da  por satisfecho las explicaciones, de hecho, cuando se hace imposible darle ese retoque o relleno se acude a la fácil e irresponsable argumento de que se trata de un enigma o un misterio científico que falta por seguir estudiando.

       Y lo más terrible de todo, es que se jerarquiza estas farsas y explicaciones acomodadas para estigmatizar otras explicaciones o argumentos, también académicos, como si fueran sacerdotes de la ciencia que se atreven a señalar si está bien o está equivocado las refutaciones que se hacen en el marco del desarrollo de las disciplinas académicas y del pensamiento de una sociedad.