¿BIDEN MATARÁ DE HAMBRE A LA HUMANIDAD?

Cuando los rusos cometen un acto de guerra o un acto político que los países occidentales califican de indigno, inmediatamente los medios acusan directamente a Vladimir Putin como el responsable de tal o cual situación.

Pero, cuando se confirma de parte de algunas instituciones humanitarias internacionales de que habrá alrededor de 38 millones de muertos solo en África causado por física hambruna, los medios en un intento por distraer a la opinión pública señalan que la hambruna será como consecuencia de la guerra omitiendo que el responsable directo es Joe Biden como cabeza de los aliados en la famosa organización de la OTAN que está conformado por los mandatarios europeos, los otros autores de la matanza por hambruna.

Lo peor de todo es que las poblaciones de estos países se vuelven cómplices al coincidir con el bloqueo económico contra Rusia. En Italia, los ciudadanos harán un esfuerzo para disminuir el consumo de gas natural que llega desde Rusia, lo mismo harán los ciudadanos alemanes, al fin y al cabo estos estados tienen el suficiente poder económico para compensar cualquier falta en los productos de consumo básico, pero, ¿y los demás países del mundo?

El asunto no está solamente en el bloqueo del petróleo, gas natural y carbón de Rusia. El detalle está en el bloqueo financiero que impide cualquier transacción económica, y por lo tanto las exportaciones de trigo y fertilizantes, fundamentales para la producción agrícola, están detenidos.

Los precios de estos productos están disparados y ya hay escasez, se dice que en Yemen donde aún continúa una guerra civil, la hambruna ya empieza asomarse, y eso es sólo un ejemplo.

Y si las cosas siguen con el bloque económico, que los líderes occidentales quieren involucrar en la guerra en Ucrania sin medir las consecuencias de las economías de los países pobres, millones más morirán de hambre.

GUERRA EN UCRANIA: LA NUEVA CORTINA DE HIERRO

Parece que la última palabra la tienen los países occidentales, lo que aprueben o desaprueben así lo aceptará o no sus respectivas poblaciones, esto, reforzado por los medios de comunicación que en su pretendida imparcialidad genera a veces confusión pero en última instancia logra convencer a los televidentes.

El sociólogo Manuel Castells considera que actualmente las redes sociales han limitado en cierto sentido el poder de los medios que mantienen el monopolio de la información.  

Pero, paradojas de las realidades políticas, las redes sociales han incrementado la manipulación de la información.

La guerra en Ucrania ha creado efectivamente una manera de discriminación. Y es que se informa a diario de vetos hacia los rusos en instituciones internacionales, como los deportistas, periodistas (aunque esté prohibido en las constituciones europeas), empresarios y un sinfín de sectores sociales y tecnológicos que han impuesto una nueva era de discriminación masiva.

¿Cuánto tiempo durará? Su impacto económico y social será a largo plazo, suponiendo con ello que la guerra termine.

Quizás algún día los países occidentales vuelvan a normalizar sus relaciones culturales, sociales, económicas y políticas con Rusia y sus aliados, pero el daño ya está hecho, y esta época pasará a la historia como una de las peores en discriminación social por parte de esas democracias que se jactan de ser libres, pero que en realidad siempre han discriminado, y esta vez han levantado una nueva cortina de hierro.

GUERRA EN UCRANIA ¿QUIÉN PODRÁ AGUANTAR MÁS LA RESPIRACIÓN?

Un submarino nuclear ruso asomándose en las aguas del mar Negro cual niño presumiendo su nuevo juguete. Joe Biden advirtiendo, amenazando y seguir advirtiendo cual adolescente estirando los brazos y vociferando contra su oponente.

Los otros, los chinos por un lado expresando su apoyo a Rusia, y por el otro lado los países europeos (occidentales) expresando el apoyo a Estados Unidos y a Ucrania cual niños azuzando la pelea en el patio de la escuela (porque aparentemente quieren mediar pero su efecto parece todo lo contrario).

En fin, estas actitudes infantiles no han servido para nada, a eso le llaman diplomacia, pero en el fondo es lo que los expertos llaman una medición de fuerzas tanto en el escenario político como en el terreno militar.

¿El resultado? La impaciencia de Putin esperando el compromiso de las potencias occidentales no de palabra sino de compromiso escrito sobre la no anexión a la OTAN de Ucrania lo ha “obligado” a reconocer la independencia de Donetsk y Luhansk.

Se parece tanto a lo sucedido con el dictador Sadam Husein, cuando después de tantos años de guerra contra Irán (8 años), sólo por hacerle el favor a los Estados Unidos de sabotear la revolución islámica iraní, se quedó sin recursos económicos, se quedó esperando la promesa de ayuda económica que nunca llegó y la impaciencia lo “obligó” a invadir a Kuwait iniciando así la llamada Guerra del Golfo Pérsico.

Pero esta vez se trata de la Federación de Rusia, nada más y nada menos que el país más extenso del mundo y considerada todavía una superpotencia militar.

Entonces llegan las medidas de un bloqueo económico, el asunto está en que entre Rusia y China más otros países aliados suman prácticamente la mitad del mundo, es decir, los países occidentales necesitan tanto de los orientales como los orientales de los occidentales.

Es un hecho que ambas economías se verían afectadas, un ejemplo claro es la decisión de Alemania de bloquear el flujo de gas natural. Es casi como suspender la respiración. El uno necesita los recursos naturales (Alemania), el otro necesita el dinero (Rusia), entonces, ¿quién podrá aguantar más la respiración?

¿EE. UU. DE AMÉRICA O EE. UU. DE LAS CORPORACIONES?

Ya no queda nada de ese Estados Unidos de América del siglo XVIII. Ya no queda nada de ese Estados Unidos que contaba con los más prestigiosos centros académicos independientes y confiables. Ya lo que queda son los Estados Unidos de las corporaciones.

Si hay un grupo de presión más poderoso que la orden de los iluminados (Illuminati), con más redes de contactos que los francmasones, con más influencia política que el opus dei, que los judíos o cualquier organización religiosa, esas son las corporaciones, más exactamente, las corporaciones financieras.

Ni siquiera Bill Clinton con sus ideas progresistas pudo detener el avance de la influencia de las corporaciones, ni Barack Obama con sus ideales liberales revolucionarias, hasta el punto de ser tratado de comunista por sus opositores políticos, pudo hacer mucho para detener el lobby de las corporaciones. Ni siquiera las famosas leyes antitrust que supone detener la unión o asociación de las grandes compañías las ha podido detener, ni las leyes antimonopolio, ni las protestas sociales, ni nadie las ha podido detener, inclusive, ni la corte suprema de los Estados Unidos pudo hacer algo, al final reconoció en las corporaciones las cualidades de una persona.

En primer lugar, las corporaciones se apoderaron del congreso norteamericano, actúan como verdaderas mafias, parece que sin su apoyo no hay elecciones ni campañas políticas. Luego, se apoderaron de lo único confiable que quedaba y eran los centros de investigaciones académicas, en adelante, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, cualquier estudio sobre alimentos, contaminación ambiental o datos que resulten de alguna estadística es factible de ser dudoso, pues detrás siempre hay una corporación que es la que financia los trabajos y a los investigadores, luego se apoderaron de cuanto centro cultural o civil se atraviesa a sus intereses.

¿Entonces que quedó? Quedó un Estado Unidos pequeño, con muy contados centros académicos realmente independientes, quedó una política norteamericana pequeña.

Se puede concluir entonces que los Estados Unidos de América es una nación corporativa en el término amplio de la palabra, gobernado y dirigido por las decisiones de las corporaciones. De modo que, cuando el presidente de los Estados Unidos habla de guerra, vacunas, economía, sociedad o cualquier otro tema, en el fondo, están hablando las corporaciones.


EL TERRIBLE SECRETO DEL GRUPO ARGOS

A propósito del pánico que tiene el GEA (grupo empresarial antioqueño) frente al grupo Gilinski y el Royal Group de Abu Dhabi de Emiratos Árabes Unidos, en el que se le ha visto el rostro por primera vez en la historia al presidente de Argos chillando como niño asustadizo y clamando por solidaridad y una rara especie de patriotismo empresarial, es importante recordar un hecho que muestra la cara oscura de este conglomerado.

Jerusalén es un pequeño corregimiento del municipio de Sonsón ubicado en el oriente antioqueño. Esta población se convirtió en el escenario de la represión y el despotismo del grupo Argos, el motivo de su brutalidad, la roca caliza.

Resulta que cemento Argos tiene una planta en el área y ha amenazado con un desplazamiento de la población del pequeño corregimiento de Jerusalén hasta que accedan a sus exigencias, es decir, este conglomerado que es el GEA se podría convertir en el protagonista de una de las mayores injusticias en la historia reciente del país.

Hay una anécdota que ilustra de la mejor manera estas acciones indignantes. Los empleados de la planta tenían la costumbre de consumir alimentos y hacer compras generales en este corregimiento, mejor dicho, eran las personas que dinamizaban la pequeña economía del corregimiento, entonces, cuando los pobladores se negaron rotundamente a abandonar sus hogares para darles paso a las exigencias de la cementera, las directivas decidieron conseguirle transporte a sus empleados para que se fueran a otro lugar, prohibiendo de esta manera que se abstuvieran de hacer cualquier tipo de compras en el corregimiento paralizando la economía de la población.

¿En dónde está la cara bonita de este grupo que ahora les tiene miedo a los grandes inversores? ¿Será que en el fondo dependía de la teta del Estado que ahora Quintero les niega?

El hecho es que lo que se siembra eso es lo que se recoge, y lo que ha sembrado el grupo Argos no ha sido exactamente solidaridad y patriotismo que ahora proclama.


O SE TOMAN MEDIDAS PARA REVERTIR EL CAMBIO CLIMÁTICO, O DESAPARECERÁ LA HUMANIDAD

        ¿Cómo saber si estamos aún dentro de los límites de las fronteras planetarias o si ya la humanidad lo ha rebasado? ¿Es posible revertir el impacto climático después de un pico de aumento del PIB? ¿Sobrevivirá la humanidad frente a una escalada sin precedentes del cambio climático producto de las múltiples contaminaciones ambientales?

       Si se lleva a términos absolutos el cambio climático podría inferirse que aún no se ha llegado a un límite que se pudiera llamarse insostenible, y que se traduzca en eventos tan catastróficos que elimine millones de personas en una sola acción, o que desaparezca una franja importante de la población mundial, al contrario, sí se podría hablar de un límite cuando zonas geográficas se ven impactadas por causa el cambio climático, aunque no causando muertes, sí desaparición gradual de los recursos naturales.

       El hecho de que sea gradual la desaparición de los recursos naturales como las fuentes de aguas dulces, o cierta especie de plantas y animales, o la reducción importante de toda clase de especies de insectos, las diferentes sociedades alrededor del mundo tomarán medidas livianas con relación a lo que ven, a lo que perciben sus sentidos, pues, como todo desconfiado, hasta tanto una persona no se vea directamente afectada por algún grado de circunstancia cualquiera que sea, en este caso, por el cambio climático, la persona no se verá en la obligación técnica, moral o ética de realizar alguna acción que tienda a mejorar el medio ambiente.

       Ahora, pensar en la posibilidad de revertir el cambio climático luego de un aumento en la producción del PIB de algún país determinado, suena más a una utopía decimonónica que a una realidad, casi parecido como pensar que el conocimiento se traduce en una especie de progreso de una humanidad superior, cuando todo indica que la ignorancia, estimulada a una falta de sensibilidad frente a la realidad del entorno, empeorará el cambio climático.

       Existen algunas civilizaciones que han desaparecido por razones climáticas, o que han tenido que desplazarse para buscar nuevas tierras y posibilidades, un ejemplo de ello fueron los mayas al abandonar Chichen Itzá, o los grupos de vikingos al verse obligados a buscar tierras en nuevos horizontes como lo fue el norte de América. ¿Por qué no repetirse hoy?

       Sin embargo, y a pesar de lo escatológico que suenen los informes ambientales, hay algo importante que puede ayudar a mejorar, por lo menos a mitigar, el cambio climático a gran escala, y es, primero, fortalecer los acuerdos climáticos, segundo, hacer valer los derechos humanos mediante una serie de exigencias que hagan las organizaciones sociales, y tercero, tomar acciones que presionen a los diferentes gobiernos para que asuman la responsabilidad de minimizar, y por qué no, revertir el cambio climático.


PURITANISMO, LA NUEVA AMENAZA MUNDIAL

El puritanismo nació con la reforma protestante de Martín Lutero a inicios del siglo XVI. Es contradictorio el hecho de que, siendo la reforma protestante un movimiento liberador de la ideología católica que por siglos había mantenido un dominio político y religioso en buena parte de la población europea, al mismo tiempo, se trataba de una reforma protestante conservadora, rígida, intolerante, que impulsaba la idea de crear una ideología religiosa precisamente pura.

Esto se demostró en la persecución y asesinato de miles de vidas en el continente europeo especialmente en Inglaterra y más adelante en lo que sería los Estados Unidos de América.

Así como es famoso el juicio llevado a cabo por la inquisición de Galileo Galilei, para el caso del puritanismo calvinista, es famoso el caso del sometimiento a la hoguera del científico español y teólogo Miguel Servet, y qué decir del famoso caso de las brujas de Salem (Massachusetts – EE.UU.) a finales del siglo XVII por cuenta de los puritanos norteamericanos en el que 20 personas fueron colgadas.

Actualmente se puede decir que el puritanismo, como idealismo postmoderno de lealtad ideológica y religiosa, se ha extendido a todas las otras religiones como las iglesias evangélicas y la islámica, ¿qué significa esto?

Significa que el fundamentalismo puritano conservador, con su histórica rigidez dogmática e intolerante, representa un peligro para la sociedad actual, ya que una vez en el poder político puede llevar a cabo sus imposiciones dogmáticas y esto se ha demostrado recientemente en algunos países.