LAS REGIONES DE COLOMBIA PODRÍAN DECLARAR SU INDEPENDENCIA MEDIANTE UN REFERENDO


¿De dónde y cuándo surgió la concepción de regionalismo en Colombia? Desde la primera independencia política en 1810. Y las características de esa primera independencia fue que cada provincia que había en su momento constituida (originariamente 13), se declararon estados autónomos e independientes.

       Esto es, que los principales líderes de cada provincia soñaron con seguir los pasos de los Estados Unidos de Norteamérica al plantear la posibilidad de hacer de la naciente Colombia un gobierno federal, en el que cada Estado debería tener sus propias leyes y policías, con autonomía, este experimento duró poco, pues, desde el gobierno central en Bogotá nunca vieron viable el federalismo, preferían un gobierno central.

       Las crisis políticas no se hicieron esperar y esto desembocó en conflictos bélicos no sólo contra Bogotá, sino de poblaciones que a su vez se rebelaron contra las capitales de algunas de las principales provincias, esto sucedió en casos como Cartagena y Cauca, ¿las razones? Muchos de los motivos eran de carácter económico, pero también político, de intereses locales.

       El sentimiento de soberanía local permaneció a pesar de que los líderes de Bogotá salieron victoriosos en su propósito de convertir a Colombia en un gobierno central, y victoriosos en un sentido militar, pues, el sentimiento provincial, autónomo y soberano, pasó a convertirse en un sentimiento regional, de identidad local.

       Así Bogotá, cual especie de reina en que el Estado gira en torno a ella, consolidó su estatus de capital de la República de Colombia, constituyendo de esta manera una identidad de carácter nacional.


       Y ahora que los referendos están de moda, y que los sentimientos independentistas están aflorando en todas partes del mundo, no sería descabellado pensar en una hipotética posibilidad  de que cada región someta a referendo su propia independencia, y así separarse de Colombia. 

LOS OLIGARCAS TAMBIÉN TIENEN DERECHO A GOBERNAR


      El estigma contra los llamados oligarcas (aquellas personas con alto poder adquisitivo) que han dirigido y gobernado las naciones durante siglos, y aún lo siguen haciendo, en ocasiones ha generado una desconfianza colectiva que ha sido utilizado por los populistas y demagogos con el fin de crear un imaginario negativo contra estas personas.

       Si bien es cierto que los oligarcas han tenido fracasos en muchas de sus políticas económicas no ha significado una destrucción de la sociedad, antes bien, en nombre de la economía y del muy abusado término de progreso, han podido llevar a cabo proyectos políticos concernientes a mejorar las relaciones comerciales (para sus propios intereses por supuesto) y mantener, hasta cierto punto, una estabilidad social.

       Lo contrario ha sucedido con los líderes populistas y demagogos que se han hecho pasar por revolucionarios, disfrazados del muy abusado término de socialismo, o cualquier otro nombre de una pretendida ideología social. Esos líderes políticos han llevado al desastre, en la mayoría de los casos, a naciones enteras, teniendo como resultado hambre y humillaciones.

       Quizás sea por falta de experiencia, educación, o lo que sea la falencia que tengan, una persona  pobre, sin la debida orientación política (ideológica si se quiere), no puede más sino concentrar odios sociales y aprovechar el momento oportuno para adueñarse del poder y comenzar con los revanchismos, a decir de los sociólogos, añadiendo a las terribles persecuciones y mala propaganda de odio irracional contra los pobres oligarcas, la esclavitud, que generalmente se asumen de diferentes formas, y opresión hacia la población más vulnerable, humilde, la gente trabajadora, y a la población en general.

       ¿Resultado? Una vez que los demagogos asumen el poder, muestran una capacidad, casi innata, no de gobernar, sino que destruir el establecimiento social y las instituciones democráticas con el fin de mantener el statu quo que nunca tuvieron en sus vidas, demasiado tarde para la población que ven un acto de traición de aquellos que vieron como una especie de salvadores no se sabe de qué.

       Entonces, llegan las manifestaciones, las muertes también, para pedir un cambio, con la esperanza de restablecer ese orden que le hicieron odiar, pero que hace falta. Como los monarcas en la edad media, cuando se atrevían a expulsar a ciertos sectores sociales, como banqueros y comerciantes para luego volverlos a llamar, porque se daban cuenta de la necesidad de ellos, simplemente para que los grupos sociales, en torno a la economía, pudiera funcionar.

       Los oligarcas también tienen derechos, como los tiene cualquiera, y uno de ellos es el derecho a gobernar sin que sean estigmatizados por el poder adquisitivo que tienen. La natural tendencia de inventarse un enemigo para atribuirles los males de una nación, debería ser la de culpar a la población por elevar al poder a líderes resentidos. La reflexión entonces, es reivindicar a los oligarcas como uno más entre los demás.


QUÉ SE PUEDE HACER FRENTE A LA DICTADURA DE NICOLÁS MADURO



       La Historia nos muestra los casos de la Revolución Francesa en el siglo XVIII, La Revolución Rusa en el siglo XX, y la más reciente llamada Primavera Árabe. En todas ellas hay un común denominador, y ha sido la determinación de los pueblos para enfrentar a los regímenes opresores, dispuestos a morir si es necesario, en algunas ocasiones con la complicidad de algún sector castrense que llegan a compartir el malestar general de la población.

       Aunque muchos analistas auguran que el mandato de Maduro no durará más allá de seis meses dada la complejidad de la corrupción administrativa y el rechazo masivo de los ciudadanos venezolanos. Generalmente, en una revolución, hay muchísima sangre derramada, dada la confrontación con las fuerzas armadas que sostienen al régimen.

       La pregunta es, ¿estará dispuesta la población venezolana a derramar sangre? ¿A enfrentar la fuerza armada del país? Todo depende del grado de ira que tenga la ciudadanía, ya va un poco más de cien muertos en las diferentes protestas a lo largo y ancho del país, ¿será suficiente?

       El gobierno de EEUU amenaza con una posible suspensión en la importación de petróleo venezolano, y la gente de a pie será la que más sufra el rigor del aumento de la crisis económica, supone que si se hace real la amenaza, entonces la ira del pueblo se desbordará ¿y entonces? Hay quienes aseguran que podría convertirse en una especie de Siria, es poco probable, pues, el consejo de seguridad de la ONU podría tomar cartas en el asunto.

       Lo que se puede hacer frente a la dictadura de Maduro es no desmayar en las manifestaciones callejeras, y pararse de frente al palacio de gobierno, día y noche, como lo hizo en algún momento la población egipcia, hasta que el dictador, tirano, despótico y opresor, caiga como han caído los dictadores, por más amenazas que haga, por más que intente mantenerse en el poder, un día caerá Maduro, si hay una determinación de la población como la hubo en otras épocas.

       

QUIÉN ES MÁS TERRORISTA

Aquellos terroristas que desean la muerte de los terroristas o los mismos terroristas.

Aquellos terroristas que atentan contra la población civil o los terroristas que atentan contra la fuerza pública.

Aquellos terroristas que profesan el cristianismo o los terroristas que profesan el islamismo.

Aquellos terroristas que creen que con el terror acaban el terrorismo, o aquellos que piensan que el terror hay que combatirlo con terrorismo.

Aquel terrorista soy yo o el terrorista es el otro.

Aquellos que pretenden imponer su propia verdad o aquellos que imponen su propia voluntad.

Aquellos que acusan de terrorismo o los que son legalmente terroristas.

Aquellos terroristas que perjudican físicamente la integridad de las personas o aquellos que perjudican moralmente la integridad de las personas.

Aquel que genera temor en una persona o los que generan temor en una comunidad.

Aquel que se imagina el terrorismo o el que se imagina a los terroristas.

Aquel que se inventa los enemigos o los que desconfían por inventarse un mundo terrorista.

Los que creen que el terrorismo es una realidad o los que creen que es imaginación.



LOS DOCENTES DE COLOMBIA SE ENFRENTAN A UN MONSTRUO


       Existe el rumor de pasillo que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuando era candidato a su primer periodo presidencial,  las grandes firmas internacionales le habían obligado a firmar una serie de compromisos que limitarían sus programas sociales una vez llegara  a la presidencia. Así que me inquietaba el hecho que Brasil, siendo la potencia económica de América Latina, se viera bastante afectado por la incidencia de los holding, si esto era así, entonces, ¿qué se podría esperar de los demás países con mucho menor capacidad financiera y peso político como Colombia por ejemplo?

       Esta situación lo traigo al recuerdo por lo que está aconteciendo en Colombia, se trata de uno de los paros de maestros más prolongados de los últimos años, y la razón fundamental no es el salario, que supone debería ser el motivo del paro nacional, sino que tiene que ver con solicitar mayores aportes al sistema participativo en la educación, y ello contempla atender necesidades de otra índole como la alimentación para los niños, arreglo de la infraestructura educativa como mejoras de los colegios, ampliación de salones, herramientas educativas, tecnologías de la información y tantos otros recursos que se necesitan.

       He ahí el problema. Los profesores no se están enfrentando al presidente Santos ni a la ministra de educación, se están enfrentando nada más y nada menos que al famoso Fondo Monetario Internacional y, como dirían los caricaturistas, sus compinches, que son el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

       No sólo estas entidades ejercen presiones sobres los jefes de Estado en América Latina, sino también, hay que sumarle las firmas de inversión más grandes del mundo como Allianz Global Investors o JP Morgan que sino controlan los gobiernos, sí ejercen una influencia decisiva a la hora de tomar medidas de políticas económicas.

       Así que los docentes de Colombia se están enfrentando a un monstruo, y aunque las organizaciones sindicales han hecho llamados invitando a la sociedad a participar del paro, la respuesta ha sido como de costumbre tibia, por no decir fría, frente a las expectativas y resultados que se puedan generar de las negociaciones entre los maestros y el gobierno colombiano.

       Si Santos sigue reiterando que no hay dinero para suplir las peticiones, es simplemente porque sigue lineamientos de las entidades externas por efectos de riesgos financieros, o, como lo diría algún experto economista, para evitar una hipotética quiebracracia, es decir, que el Estado deba intervenir cuando las entidades financieras entran en crisis.


       ¿Será una utopía lo que persiguen los maestros? Una utopía socialista, dirían los neoliberales, una utopía capitalista, dirían los socialistas.

YA ES HORA DE LA PRIMAVERA RUSA



       Estoy de acuerdo que en Rusia, al igual que algunas naciones del Oriente Medio, la democracia es más bien un eufemismo político, ya que en realidad  nunca ha existido, y como ejemplo cabe recordar la larga tradición histórica de los zares en la madre Rusia.

       Las transformaciones que se iniciaron a principios del siglo XX, con la implantación de un parlamento de parte de Nicolás II, a manera de gesto hacia su pueblo, y luego, con otras transformaciones sociales, esta vez violentas, como la Revolución Rusa en 1917, y por último, después de la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) el 25 de diciembre de 1991con la renuncia oficial de Mijaíl Gorbachov, a pesar de todo ello, la democracia no ha sido parte de la mentalidad del pueblo ruso.

       Prueba de ello es la dictadura, disfrazada de democracia, con el actual presidente de Rusia, Vladimir Putin, que si bien, ha logrado mantener cierta estabilidad económica en el país, ha faltado lo más importante para una sociedad, es a saber, la libertad en términos sociales, políticos y culturales.

       Aunque las represiones se han traducido en asesinatos de líderes políticos y periodistas, y personas consideradas enemigos del Estado, también se hecho exposición de la brutalidad policial con los choques en las diferentes marchas populares que han ocurrido en los últimos años. Además, a pesar de la evidente ola de corrupción en su gobierno, esto no le ha impedido a Putin mantenerse en el poder, ¿y esto por qué?

       Los medios de comunicación han sido  fundamentales para mostrar siempre la cara amable de Putin como elemento indispensable para el buen funcionamiento del Estado, ¿y la primavera rusa?     

       Por momentos pareciera que la población juvenil motivara a un cambio político, o que la sociedad presionara a unas elecciones sin ningún tipo de parcialización o de manipulación por parte del gobierno para así lograr un cambio, pero no, todo indica que la primavera rusa demorará un poco más, pero tarde que temprano, esa juventud rebelde cambiará su mentalidad y se hará sentir, y actuará para que se haga realidad esa democracia que parece una ilusión.





BREVE HISTORIA DE ANTIOQUIA FEDERAL

      
       El secretario plenipotenciario, vocero oficial y asesor histórico de los gobiernos antioqueños José Manuel Restrepo (acompañado de Juan del Corral), a principios del siglo XIX, tenían claro que Antioquia debía propugnar por un gobierno federal y autónomo, como diría algún politólogo, un gobierno descentralizado.

       Las razones que esgrimieron las diferentes provincias que defendían la federalización en la Nueva Granada, era básicamente seguir los pasos del sistema de gobierno del naciente Estados Unidos de América, ciñéndose a su fórmula judicial, militar y legislativo. La idea de que era la mejor manera de defender los pueblos americanos de las tropas francesas, y que mantenían una supuesta fidelidad al rey Fernando VII, no pasaron de ser excusas políticas, el hecho es que Antioquia estuvo presente en los debates políticos, y aún, en las guerras fratricidas de la década de 1810 para defender firmemente la anhelada Antioquia federal.

       Los tiempos cambiaron, los procesos históricos concibieron finalmente la república de Colombia como una nación centralizada, y que fue consolidada a principios del siglo XX, después de tantas vicisitudes, conflictos bélicos, y especialmente, después de las celebraciones de la conmemoraciones del Centenario de la Independencia de Colombia en 1910, tomando como referencia lo sucedido en Santafe de Bogotá en 1810, si bien es cierto que algunas provincias siguieron añorando aquellos momentos de gobiernos federativos, en el caso de Antioquia, se ha mantenido vivo el sentimiento en algunos sectores de la región.

       Ese sentimiento vuelve a despertar cada vez que los dirigentes antioqueños se sienten agredidos, o de alguna manera afectados por las políticas desde Bogotá, como lo sucedido con una imprudencia de parte del gobierno durante la época del narcotráfico entre las décadas de 1980 y 1990, en el que se excluyó a Antioquia en el mapa de destinos turísticos, despertó, no al pueblo antioqueño, sino más bien, a los grupos mafiosos, a generar nuevamente el sentimiento de una Antioquia federal, promoviendo una posible iniciativa ciudadana para tal caso, pero la situación no pasó a mayores consecuencias sociales.

       Ahora, en el 2017, el problema en el caso de Belén de Bajirá, un caserío que lo disputa en términos locales el municipio de Mutatá, por el lado antioqueño, y el municipio de Riosucio, por el lado chocoano, ha generado de nuevo el sentimiento de una Antioquia federal. El caso es más de carácter político que social, pues, el abandono de tal caserío ha sido histórico por un lado y por el otro, y tiene más ingredientes demagógicos y económicos que real interés en los pobladores.

       Términos como la raza antioqueña, que ha sido abusado de parte de oportunistas, o del ensalzamiento de los antioqueños como región, no hace sino afectar las relaciones sociales de una nación que si bien tiene toda una institucionalidad consolidada, aún está en construcción, y en la medida que se radicalicen los discursos políticos afectará gravemente la economía y la cultura de ambas regiones, que en el fondo, los que realmente se benefician de los conflictos, han sido algunos dirigentes políticos y económicos, es decir, de algunas pocas personas.